lunes, 8 de abril de 2013

CARTA A VALENTINA



Querida Valentina, una parte de mí se moría por escribirte estas líneas, para ello decidí comenzar la presente colocando tu nombre y mi sentir hacia ti, ya que te sorprendería el interés que despierta en las personas los escándalos religiosos y todo lo que suene como materia para hacer comentarios acusadores y degenerativos de alguien que esté en el duro camino de la alegría de Dios.

He estado dedicando varios momentos de mis días a pensar en ti y eso me está preocupando, pues una parte de mi pareciera sentirse atraída y alegre por tu aparición repentina, pero otra parte se siente algo inquieta de observar mi entorno y saber que en días venideros lo compartiré contigo. Las cosas por aquí están algo difíciles no te lo negaré, en los periódicos se lee infinidades de crueldades, de injusticias, de manipulaciones y vicios humanos que se superponen a justamente eso, al ser humanos. Es todo un caos y una enorme confusión, las personas no tienen ni idea de que es lo que quieren ni cómo obtenerlo, se llenan con cosas pasajeras y una vez que las obtienen se sienten vacios, muchos ya no saben qué sentido tiene vivir, la vida pareciera ser un ligero momento que se puede hacer duradero haciendo caso omiso de las necesidades del mundo, suprimiéndolas por la satisfacción de la necesidad individual que en ese momento sobrevenga.

El poder está de moda (bueno, creo siempre lo ha estado), por aquí el deseo de obtener poder ha traído grandes problemas los últimos días, pues desde Asía se propone lo que sería una guerra de categorías bíblicas, que de llegar a realizarse daría a la muerte la tarea de pasar su mano sobre inocentes que siguen ordenes de corazones obstinados y ambiciosos. Es que por estos lares la palabra “patria” sirve para derramar sangre, manipular al débil, negociar con poderosos lo que nos pertenece a todos y darle un sentido positivo a la estupidez humana. 

Es conveniente decir que en Venezuela las cosas no son muy distintas al resto del mundo, aquí los zorros y los chacales se pelean el poder, prometen y se colocan mascaras tras mascaras para ser los amantes de la vanagloria, cada quien tiene su ejército propio, cada cual un plan de ataque distinto, en las calles me he topado en más de una ocasión a la muerte trabajando horas extras, y en los supermercados el reflejo del egoísmo humano.

Las personas buscan desesperadamente soluciones rápidas y eficaces a tanto ruido, el placer sirve como antídoto accesible para ello, por lo que lo sexual termina dictando muchas acciones, pensamientos y sentimientos humanos, ya no importa tanto el otro, sino la satisfacción personal, ya no importa la alegría de bailar y compartir, sino la de disimular el sexo bien vestido y parafrasear infinidad de tonterías para congeniar con el otro, ya no se plantea la ley de los contrarios en las personas sino que ahora se lucha porque se legalicen uniones entre el mismo sexo, y es tener el cerebro en el Medioevo atreverte a no aceptar que sea un sacramento de la Iglesia también. La tecnología crece y con ella la confusión, las personas se desesperan en tener lo último para sobresalir o solo por tenerlo, el aire huele a muerte y respirarlo mucho te puede contagiar de algo grave, la psicología le coloca nombres a todo para que las personas no se asusten, hoy existen infinidades de dioses que atienden a las necesidades de cada quien, están los que hablan de amor pero rechazan a sus madres, los que hablan de vida pero exigen animales muertos, los que hablan de igualdad pero condenan a algunos, los que se llaman creadores pero a cada momento avecinan un final caótico y apocalíptico etc. etc. etc. Te juro que en muchos de ellos veo más interpretación humana que existencia divina. A fin de cuentas todos tenemos un Dios a quien dirigimos nuestras oraciones, incluso los que se niegan a aceptarlo. Si Valentina, cada vez son más los que dicen que todo cuanto existe es una enorme casualidad, tan enredada que el ser humano tuvo que inventarse Dioses para darle una explicación, en fin, teorías van y teorías vienen porque “somos seres racionales y evolucionados, diferentes a los animales”.  Pobres animales.

Pues bien, este es el complicado panorama de lo que te espera, un mundo convulsionado, lleno de países convulsionados, con varios líderes ambiciosos y mentes confundidas, sin sentido ni dirección, con muchos Dioses o sin Dios, con un planeta lacerado que resuena desde sus entrañas su dolor a cada momento, con un futuro incierto pero que cada día apunta más y más a un cambio tan radical y contundente que muy pocos podrían lograrlo. 


He pedido a mi Dios, al Dios en el que creo y decidí creer luego de conocer a los otros, que envíe ayuda, que envíe auxilios para enderezar el camino, pues en mi espalda cargo parte de este mundo también y me resulta muy doloroso y cuesta arriba desprenderme de todo cuanto he conocido desde hace 24 años, pero de pronto supe que venías y con ello se iluminó mi esperanza, porque sé que eres la ayuda que tanto pedimos desde aquí, pues existe en tu vida una posibilidad única y maravillosa de cambiar al mundo desde la grandeza de lo poco que nos permite Dios, podrías ser una gran doctora, ilustre empresaria, una amorosa madre, una valiente defensora de derechos humanos, una fomentadora de valores, una brisa suave por la tarde que llene de paz a alguien, puedes y eres la esperanza de un mundo convulsionado, pues ante toda oposición Dios te ha susurrado al oído desde su seno… Vive Valentina y “ayúdame a ayudar a tus hermanos” que se olvidan de mí cada día más y del mensaje único que en todas formas, religiones, colores y culturas he intentado transmitirles… Ámense los unos a los otros como yo les amo….

Te doy las Gracias porque sin haber nacido ya estás cumpliendo tu labor, mantienes en ilusión y esperanza a tus padres y familiares, colocaste a tu madre en sintonía con tu creador y me regalaste a mí la inspiración necesaria para reflexionar sobre lo maravilloso que es estar vivo, aun en medio de las dificultades y convulsiones que grato es poder mirar al cielo, cerrar los ojos, sonreír y agradecer por todo cuanto tenemos para enmendar cualquier error cometido.

Si te esfuerzas en ser lo que Dios quiere que seas, en crecer en el amor en el que te envió y en cultivar cada día nuevas formas de amar y de transmitir tu sentir, te prometo que aunque muchas veces caigas siempre podrás ver la mano de Papa Dios tendida para ti, que hoy en día muchos en el mundo ya no ven.

Ahorita eres muy pequeña, bueno ni siquiera has nacido como para entender esto, pero precisamente escribo para cuando crezcas y el mundo te haga olvidar que eres y a dónde vas…

Quien te quiere desde la lejanía…. Ricardo

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